viernes, 15 de junio de 2007

jueves, 14 de junio de 2007

MITOS Y VERDADES DE LAS GRASAS TRANS.

Los ácidos grasos trans son saludables porque son de origen vegetal.-
Mito. Hasta hace unos años se creía que debido al origen vegetal de los ácidos grasos trans, éstos eran más recomendables para la salud que las grasas de origen animal. Sin embargo el proceso industrial al cual son sometidos para hacerlos más sólidos, duraderos y de mejor sabor, terminan por anular sus propiedades naturales convirtiéndolos en un producto nocivo para la salud debido a que disminuyen el colesterol bueno (HDL), eleva el colesterol malo (LDL) y aumenta el nivel de triglicéridos en la sangre.

El aceite de origen vegetal usado en casa también puede convertirse en grasas trans.-
Verdad. Las grasas trans se encuentran en diversos productos elaborados con aceites vegetales que no son de primera necesidad, sin embargo no sólo el proceso industrial de hidrogenación es el único modo de convertir grasas vegetales en trans. Algunos procesos domésticos pueden conseguirlo también, como el freír por largo tiempo alimentos que absorban el aceite vegetal, ya que éste termina por oxidarse y descomponerse. Algunas medidas que se pueden tomar al respecto son el cocinar con ayuda de aceite de oliva virgen, no superar la temperatura de 180º C cuando se está friendo y no reutilizar el aceite donde ya se han frito otros alimentos.

Es casi imposible evitar el consumo de grasas trans a menos que se cambie a régimen vegetariano.-
Mito. Es necesario subrayar el hecho de los saludables que resultan las grasas insaturadas de origen vegetal antes de ser transformadas por lo que en todo momento se debe procurar comerla en su estado natural o no someterlas a temperaturas excesivas para evitar su descomposición.

Por otro lado existen algunas medidas que pueden tomarse en cuenta para evitar un consumo excesivo de grasas trans:

Usar aceites de origen vegetal como los de soya, canola, oliva, girasol y maíz
Para evitar el consumo de productos que contengan grasas trans que se anuncien como 100% vegetal, prefiere aquellos que hallan sido reducidos en grasas y cerciórate en la etiqueta del contenido de cada producto que no contengan grasas trans.
Ten cuidado con productos que también contengan las leyendas de “aceite parcialmente hidrogenado”, aceite reducido” o “aceite vegetal hidrogenado” porque todas ellas se refieren a las grasas trans.
Debido a los últimos descubrimientos se ha pedido a los profesionales de la salud recomendar la reducción o supresión de alimentos con grasas trans.-
Verdad. Existen numerosos estudios que comprueban que las grasas trans son perjudiciales para la salud en muchos aspectos entre los cuales destacan: reducir el nivel de colesterol bueno (HDL), infartos al corazón, isquemias, y desarrollo de algunos tipos de cáncer. En Estados Unidos se ha calculado en más de 30 000 las muertes al año causadas por el consumo de estas grasas vegetales parcialmente hidrogenadas.

lunes, 4 de junio de 2007

GRASAS BUENAS Y MALAS.

Los conceptos sobre la alimentación cambian diariamente. Lo que hoy parece el milagro para todos los males, al día siguiente se convierte en algo capaz de matar a cualquiera.

Y ni hablar de grasa; las hay buenas, las hay malas.... En fin, aquí está una guía de primeros auxilios sobre el polémico universo grasiento.

La mayoría de los expertos en nutrición recomiendan que la cantidad de calorías aportadas por las grasas en la dieta no sobrepase el 30 por ciento; porcentaje que en nuestra sociedad se eleva cada vez más. Para cumplir este requisito se debe cocinar prescindiendo casi totalmente del aceite, ya que la grasa está presente en muchos alimentos.

Esto no quiere decir que las grasas nos estén prohibidas, ya que nuestro organismo las necesitapra procesos tan importantes como el crecimiento, el desarrollo del cerebro, la formación de membranas, la sintetización hormonal o la metabolización de ciertas vitaminas.

La clave está no sólo en la cantidad de grasa que ingeramos, sino también en la calidad, y es ahí donde debemos tener las cosas claras.

TIPOS DE GRASAS.
Los alimentos contienen dos tipos de grasas: el colesterol y los triglicéridos.
Del colestero que hay en nuestro organismo, parte lo formanos nosotros y parte proviene de la dieta. Son ricos en colesterol los productos lácteos enteros, las vísceras, la mantequilla, la manteca, gran parte de la panadería y pastelería industrial, los huevos, los mariscos y los embutidos. Una dieta equilibrada no debe sobrepasar los 200 miligramos de colesterol al dia.
ACIDOS GRASOS.
Los ácidos grasos forman parte de los triglicéridos y, según su estructura molecular, se clasifican en saturados o poliinsaturados. La sustitución de las grasas saturadas por la insaturada ayuda a reducir las enfermedades cardiovasculares y ciertos cánceres.
GRASA SATURADAS.
Incrementan los valores de colesterol y colesterol-LDL, también conocido como colesterol malo.
Se encuentra en la carne y sus derivados, en la mayoría de los lácteos y en algunos aceites vegeatales, como el de coco y el de palma.
GRASAS MONOINSATURADAS.
Este tipo de grasa reduce los niveles de colesterol-LDL o colesterol malo y aumenta el colesterol-HDL o colesterol bueno. Se encuentra en el apreciado aceite de oliva y en el cremoso aguacate. El consumo adecuado de estas grasas protege de las enfermedades cardiovasculares y es la base de la dieta mediterránea.
GRASAS POLIINSATURADAS.
Se denominan grasas n-3 o n-6, según su estructura molecular. Están presente en el pescado azul y de río (sardinas, anchoas, salmón y trucha) y en el aceite de maíz y de girasol. Reduce el colesterol, incluido también el bueno.
PARA COMER LAS MEJORES GRASAS.
* Consuma sobre todo pescado.
* Acompañe sus comidas con verduras, legumbres, cereales y pastas, pues la fibra presente en
estos alimentos ayuda a reducir el colesterol.
* Tome leche y también sus derivados descremados.
* Usa aceite de oliva, de maíz o de girasol.
* Beba uno o dos vasos de vino al día, porque ayuda a aumentar el colesterol bueno.
* Disminuya el consumo de carnes rojas.
* Coma dos huevos a la semana.
* Evite las salsas, las frituras, los embutidos, los quesos grasos, la panadería industrial, la
mantequlla y los productos que contengan aceite de palma.
Y ANTES DE COMENZAR CUALQUIER DIETA, CONSULTE A SU MEDICO.